Siempre que un trabajador vaya a realizar una exploración a un paciente con infección
COVID-19 o sospecha de infección, debe seguir una serie de recomendaciones, tanto
para la protección individual como para el uso correcto del equipamiento y
prevención de la contaminación de la sala.
Al entrar en una sala (con pacientes con infección COVID-19) o una
habitación de aislamiento (como al realizar un estudio portátil), el profesional debe
llevar un Equipo de Protección Individual (EPI) para prevenir la transmisión de la
infección. Las características e instrucciones del manejo de este equipo pueden variar y se
recomienda consultar con los responsables del centro sanitario correspondiente. Sin
embargo, existen una serie de recomendaciones generales, tal como publica el
Ministerio de Salud Pública. El equipo de protección individual consta de una bata, una protección respiratoria , lentes y unos guantes.
En la medida de lo posible, hay que cubrir con material impermeable (plástico)
todas las superficies que vayan a contactar con el paciente. Este material de
desechará al finalizar cada procedimiento.
En las radiografías portátiles, cubrir el chasis con una bolsa de plástico.
En las salas de radiología convencional, cubrir el detector con una bolsa de
plástico.
En los equipos de ecografía, si la piel del paciente está intacta, no es
necesario cubrir la sonda con fundas. Algunos expertos recomiendan realizar
los estudios ecográficos con fundas para las sondas ecográficas. Si se
dispone de fundas, se puede cubrir el equipo (la zona de la consola
fundamentalmente) para facilitar la desinfección posterior y minimizar el
riesgo de daño del equipamiento.